En Dianética: La Ciencia Moderna de la Salud Mental, L. Ronald Hubbard escribe: “Se ha encontrado que la fuente de la aberración es una submente insospechada hasta la fecha que, con sus propias grabaciones, subyace a lo que el hombre entiende que es su mente “consciente”. El concepto de mente inconsciente se ve reemplazado en Dianética por el descubrimiento de que la mente “inconsciente” es la única mente que está siempre consciente. En Dianética a esta submente se le llama la mente reactiva”.
La mente reactiva no almacena memorias como nosotros las conocemos. Almacena tipos particulares de cuadros de imagen mental llamados engramas. Estos engramas son un registro completo, hasta el último y preciso detalle de cada percepción presente en un momento de “inconsciencia” parcial o total.
La “inconsciencia” podría ser causada por el impacto de un accidente, la anestesia usada en una operación, el dolor de una lesión o el delirio de una enfermedad. Durante los periodos en los que la mente analítica se encuentra desconectada, ya sea total o parcialmente, la mente reactiva entra en acción total o parcialmente. Un engrama existe por debajo del nivel de consciencia del individuo, sin embargo, se puede activar con el fin de hacer cumplir sus contenidos y puede causar situaciones no evaluadas, desconocimiento y temores no deseados, emociones, dolores y enfermedades psicosomáticas.
En el procedimiento de Dianética, el individuo relata un incidente de “inconsciencia” de principio a fin hasta que el engrama es reducido, lo que significa que toda la carga o el dolor se retira del incidente, o se borra, lo que significa que el incidente ha desaparecido para siempre.
En cualquier caso, el individuo es libre de los efectos aberrativos del incidente y puede experimentar un alivio enorme y un aumento en el tono emocional.
Este es el milagro de Dianética.