L. Ronald Hubbard simplemente se preocupó lo suficiente como para anhelar dicha información, y contó con la inteligencia y persistencia para investigar y descubrirla.
Pocos hombres han recibido formación tanto en las filosofías orientales como en los más avanzados niveles de la ciencia del mundo occidental. Al ser consciente de que su investigación sólo sería valiosa en la medida en que proporcionara soluciones prácticas a los problemas del Hombre, comprobó todos sus descubrimientos y encontró los métodos más efectivos para poner en práctica los resultados de esa investigación. La funcionalidad de sus métodos le capacitó para continuar su búsqueda en terrenos cada vez más elevados de consciencia espiritual.